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Fernando Pandolfi

Pandolfi cree que los tiempos cambiaron y que para ganarse a la gente de Boca no hace falta sólo garra. El Rifle define su estilo como "juego y corazón" y asegura que así puede meterse en los hinchas como lo hicieron Riquelme y los mellizos.

-Estabas en una situación especial en Vélez, pero apareció Boca. ¿Cuál era tu sentimiento antes y cuál es ahora?
-Trabajaba solo, el técnico no me quería. Tenía muchas dudas, pero cuando surgió esto me tembló todo el cuerpo, no lo podía creer. Pero no lo dudé ni un segundo, no la podía dejar pasar. Recién estoy conociendo lo que es Boca, es mucho más de lo que cualquiera se puede imaginar. El día que firmé tuve el teléfono apagado una hora y cuando lo volví a prender tenía 20 mensajes...

-¿Y ni lo dudaste?
-No, es que era Boca, donde todos quieren jugar, conocido mundialmente, campeón de América, con muchos desafíos... Con un cuerpo técnico de buena gente. Me siento como en mi debut en Vélez, ansioso por entrar en esa Bombonera llena.

-
¿Cómo se dio la negociación?
-Daniel Comba, mi representante, me dijo de la chance y que Carlos (Bianchi) me iba a llamar. Cuando hablé con Carlos fue muy claro, que iba a ser un jugador más y que la iba a tener que pelear igual que todos.

-Fue curioso que River se metiera un rato antes de tu firma, ofreciéndote más dinero.
-De eso me enteré el día de la firma, escuché que habían intentado parar la operación. Pero en ningún momento me movieron el piso o me hicieron dudar, conmigo no habló nadie. Si bien se comentó que querían pagarme más plata, ni lo dudé. Por una cuestión de ética y porque tenía ganas de firmar y jugar en Boca.

-Parece que este tipo de show no te gusta tanto...
-Por un lado es lindo pero no quiero caer pesado y que mi cara aparezca por todos lados. No quiero saturar.

-Es un estilo definido en vos, porque muchos dirían cualquier cosa para comprarse a la gente.
-Son frases que se dicen y nada más. Porque, por ejemplo, "dejar todo adentro de una cancha" no es tirarse a los pies. Es saber que no te guardaste nada. A Riquelme no le van a exigir que se tire a los pies, sí que las pida todas, que juegue, que arriesgue. Eso cambió en Boca. Los mellizos Barros Schelotto son ídolos jugando al fútbol sin tirarse a los pies o pegar patadas. Ellos van siempre al frente, Gustavo te puede jugar tanto de enganche como por derecha o izquierda porque tiene marca también. Y Guillermo es agresivo y va al frente, te agarra y te rompe la cintura... Un equipo es un conjunto: fútbol, garra, corazón, inteligencia... ¿Suerte? Para mí no tuvo. Muchos decían que en la Copa había tenido culo. Al contrario, con Palmeiras en Brasil hicieron un partidazo y merecieron ganar sin ir a los penales. A la suerte hay que ayudarla...

-¿Y Bianchi tiene suerte?
-Vamos, que nadie crea que Bianchi se sienta y dice "hagan lo que quieran, total yo tengo un culo bárbaro". No, es un técnico trabajador, serio, humilde y que sabe lo que quiere.

-¿Se puede trazar un paralelo entre este Boca y aquel Vélez?
-Se está dando parecido. Se armó un grupo bárbaro, ganó un torneo, otro, la Libertadores, ahora se juega la Copa Intercontinental, que estoy seguro que Boca va a ganar.

-¿Cómo entraste en el grupo?
-Por suerte, muy bien...

-Vos sos un Stone y acá hay mucho ritmo de cumbia...
-No, yo me adapto. Siempre me tuve que bancar la cumbia del Turco Asad. Cuando el grupo está alegre y hay que divertirse, yo me divierto.

-¿Es difícil ganarse un lugar en un equipo armado como Boca?
-Sí, pero es lindo. Es un incentivo tener algo para pelear, aunque se me va a hacer muy difícil porque ahora Román no está y juega Gustavo y lo hace bien. Esa es una de las virtudes de Bianchi, que es darle tranquilidad al que le toca entrar.

-¿Cuántas veces te nombraron a Riquelme en estos diez días?
-Muchas. La pregunta era si yo venía por su situación y puede parecer que sí, pero yo vengo a sumar, a jugar donde me toque jugar, a tratar de ganarme la confianza de todos. Para mí sería un honor que Román se quede y poder jugar con él.

-¿Cuál es tu puesto preferido?
-Siempre me sentí más cómodo de media punta, más peligroso porque estoy más cerca del área. Pero también jugué de enganche, aunque a veces me pierdo. Pero todo es cuestión de tener minutos y partidos en esa posición.

-¿Bianchi ya te dijo en qué posición piensa usarte?
-No, lo único que me dijo es que después de todas las prácticas me voy a quedar media hora con el Profe para mejorar físicamente por todo el tiempo que perdí.

-Tu primer contacto con la gente de Boca fue positivo.
-Sí, me sorprendió porque fue en el partido de Reserva. Será un lindo recuerdo, como la onda que me tiraba la gente en la calle. Uno me dijo "dale, mirá que esto es Boca". Ninguno me habló mal, al contrario.

-Antes, Boca era huevo o nada. Pero ahora eso cambió.
-Sí, es verdad. Yo me pongo en el lado del juego y del corazón, porque Riquelme tiene mucho corazón para pedirla, perderla, volver a pedirla y arriesgar siempre. O patear un penal en un momento decisivo. Para eso hay que tener corazón como tiene todo el equipo. Yo me pongo de ese lado y del lado de la unión. Recién llego y todavía no tengo confianza con casi ninguno, pero lo importante en estos grupos es la unión. Me gustaría que todos confíen en mí.

-¿Te seduce la idea de seguir en Boca o lo tomás como un trampolín para volver a Europa?
-Sería hermoso que Boca me compre. Pero también sé que esto, por ahí, es un negocio. Boca es una vidriera que te puede dar otro valor.

-¿Alguna vez, de chico, te viniste a probar a las inferiores de Boca?
-Sí, vinimos con el equipo de Sitas, de El Palomar. Hicimos un partido para que le vieran algunos jugadores, pero no se quedó ninguno.

-¿De qué jugaste ese día?

-De delantero o de enganche. Lo único que me acuerdo es que en contra jugaba el Vasco Arruabarrena.

-¿Bielsa los volvía locos?

-No me quiero meter en el tema. Yo opiné de fútbol y crearon una polémica que yo nunca quise crear.

-¿Por lo que pasó con Falcioni te consideran conflictivo?
-No, así es el fútbol de hoy. Ser sincero te cuesta caro, aunque a veces por no crear más polémica una mentirita tenés que decir. Me duele, porque decís una boludez y enseguida "El Rifle dispara con todo".

-¿Pero estás o no etiquetado?
-Y bueno... yo no tengo micrófonos todo el día como para andar defendiéndome. Ya está...