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Aníbal Matellan

"Me la banco"

Aníbal Matellán es el elegido de Bianchi para reemplazar a Walter Samuel. El defensor trata de sacarse la presión de encima, y le hace frente al desafío. "No me interesa lo que diga la gente. Si te enganchás en ésa, te volvés loco. Para rendir necesito que me den continuidad", aclara. Matellán debutó en el 96 y lleva 65 partidos en Primera. Hizo sólo un gol, nada menos que en el Maracaná.

"Empecé jugando de nueve. Después mi viejo me hizo dejar para que estudiara y retomé a los nueve años, en Eclipse de General Villegas. Iba al campo con mi papá, ordeñaba las vacas y repartía la leche. En serio, repartía leche con la bici. Me levantaba a las siete de la mañana... hasta que empecé la secundaria". Aníbal Samuel Matellán es, quizás, el protagonista más importante de este recambio que está viviendo Boca. La base del bicampeón de Carlos Bianchi ya superó la ida de Diego Cagna, pero ahora se van Walter Samuel y el Vasco Arruabarrena.

Mate cuenta su historia con ganas y con mucho orgullo. Sabe que el esfuerzo del pasado le puede servir de experiencia ahora que debe hacerse cargo del lugar de Samuel, una prueba dificilísima para cualquier defensor del mundo. Pero el técnico lo eligió a él. Y él está listo.

-Se va Samuel y el puesto es tuyo, Bianchi así lo quiere. ¿Y ahora?
-Hace un tiempo tuve la posibilidad de irme y no acepté porque hace tres años que estoy esperando esta chance. Es difícil, porque cuesta más rearmar la defensa que el medio o el ataque. Se necesitan más partidos para armar una defensa, pero hay que estar preparado.

-¿Sos consciente de que podrías haberte ido, con chances de jugar más y quizás hacer más plata?
-Sí, pero quiero quedarme para jugar. Porque de acá me quiero ir bien, jugando y si es posible ganando algo yo. Me siento campeón, pero cuando no jugás el sabor es distinto. Estoy decidido, me la juego. Tengo la chance y voy a aprovecharla.

-¿Te molestó que los dirigentes hayan insistido en venderte o prestarte?
-Qué sé yo... Ellos piensan más en los negocios. Por ahí no se fijan tanto en el jugador, qué le pasa, lo que piensa... Yo, por ejemplo, pienso que jugar en Boca es lindo, es un desafío. Después de jugar con esta camiseta, todo es fácil.

-¿Qué opinás de Samuel?
-Que es un monstruo, un fenómeno, adentro y afuera de la cancha.

-¿Qué lo distingue del resto?
-Es muy vivo. Siempre está muy atento a la jugada, a lo que va a pasar. Aparte de ser un tiempista, intuye muy bien los movimientos. La pelota que le saca a Asprilla en la final de la Copa era gol hecho. Si no hace lo que hizo en ese instante, es gol.

-Alguien dijo que una de las principales virtudes de Samuel es que conoce sus limitaciones y no se complica. ¿Puede ser que vos, en tu afán de demostrarle a la gente que podés jugar, te compliques más de lo necesario?
-Puede ser, Carlos a veces me dice eso. Lo que pasa es que también necesito continuidad, porque se hace complicado jugar cada dos meses y en un partido tener que demostrar lo que podés dar.

-¿Por qué creés que la gente de Boca no confía lo suficiente en vos?
-Lo de la gente lo tomo con calma porque así como se la agarran conmigo, se la pueden agarrar con cualquiera. Hoy te aplauden y mañana no sabés.

-¿No te sentís marcado?
-No, ni me interesa. No pienso en eso. Aunque sí me encantaría que me aplaudieran como les pasó al Vasco o a Walter, pero no a todos les pasa lo mismo.

-A pesar de que la gente te resiste, insistís en ir a patear los tiros libres o a cabecear, por ejemplo. ¿Por qué?
-Porque arriesgo. Si tengo que ir a patear un tiro libre lo hago, salvo que venga un compañero o el técnico y me pidan que no lo haga. Si es por mí, voy al frente. Siempre voy al frente por el equipo. No me interesa lo que diga la gente, porque si te enganchás te volvés loco.

-Sacando a Samuel y a los argentinos que están en el exterior, ¿ves algún seis importante?
-Son pocos. Pienso que (Fernando) Crosa puede andar bien, el Toto Berizzo también juega muy bien en ese puesto...

-¿Qué pesa más para vos y para tu juego: que se quede Bermúdez o que se vaya el Vasco Arruabarrena?
-Creo que, para mi puesto, se puede sentir más la falta del Vasco, por la sincronización que necesitás tener con el tipo que juega sobre tu lateral. Con los centrales no pesa tanto, pero al fin y al cabo te tenés que entender con todos.

-¿Qué le podés decir a la gente?
-No quiero ser demagogo. Simplemente voy a hacer todo lo posible para ayudar al equipo, cumplir con lo que me pide Carlos. Si el equipo gana y yo cumplo, puedo estar tranquilo. No les puedo decir que voy a ser igual, mejor o peor que Samuel. Le digo que voy a hacer lo mejor para que el equipo pueda ganar siempre.

-¿Cómo lo vas a recibir a Medina, el nuevo refuerzo para la defensa?
-Bien, bien (risas). Siempre es bueno que se sume gente al grupo para estar más atentos, eso te exige, te obliga a mejorar tu nivel. Es bueno sentir que hay alguien atrás tuyo que te está peleando el puesto. Yo no tengo ningún problema, así que si quieren traer a alguien más...

-¿Por qué pensás que los técnicos siempre te tuvieron en cuenta?
-Carlos me dice que porque soy generoso con mis compañeros, porque ayudo adentro de la cancha... Será por eso.

-¿Cómo vivís estos días teniendo en cuenta que Samuel ya se despidió?
-Estoy tratando de acomodarme lo mejor posible, de afilarme para empezar el nuevo campeonato. Estos últimos días trato de pulir algunos detalles, aunque a veces no me salga. Pero estoy tranquilo. Con Walter siempre hablo y él me dice que tengo que estar tranquilo. Llegó el momento se saber si yo soy el elegido.